Cefalópodos

El caparazón tiene gran interés paleontológico y estratigráfico, pues, a diferencia de los demás moluscos, cada grupo es característico de determinadas épocas geológicas. Luego se extinguen por completo, sin las supervivencias de formas en épocas geológicas posteriores, que es la regla general en los grupos de moluscos ya estudiados. Sólo alguna rara especie, como el Nautilus, llega a través de los tiempos geológicos hasta los mares actuales. Esta clase es, pues, abundante en grupos exclusivamente fósiles.

Por otra parte, sus tipos evolucionaron con rapidez y dieron origen a géneros y especies muy localizados en la serie estratigráfica. Si a esto se añade que se trata de animales marinos, en general excelentes nadadores, y que los caparazones de la mayoría de los grupos pueden flotar, una vez muerto el animal, y ser arrastrados por las corrientes, se comprende que el área de dispersión de las especies sea extensa. Por lo tanto, es notable la importancia que como fósiles característicos alcanzan los diversos grupos taxonómicos y las especies de la clase.

Los Nautiloideos son cefalópodos muy antiguos, característicos del Paleozoico. Aparecen en el Cámbrico superior, continúan, no con gran desarrollo, en el Silúrico inferior u Ordovícico, y en el Silúrico superior o Gotlándico llegan a su máxima abundancia de formas e individuos.

Nautiloideos

Comienza el declive del grupo en el Silúrico superior. En el Pérmico son algo escasos, y sólo dos géneros pasan al Triásico, en el que se extinguen, salvo el género Nautílus. Este sobrevive y llega, a través del largo transcurso de los tiempos mesozoicos y neozoicos, hasta los actuales, en los que viven 4 especies en los grandes fondos del Índico y del Pacífico, persistencia que constituye uno de los casos más notables de la paleontología.