Cuerpos

Caso en contraste con el expuesto, en que del antiguo organismo no queda nada, es el de aquellos fósiles constituidos por el animal entero, incluso con sus órganos y partes blandas y putrescibles, como acontece con los insectos encerrados en las masas de ámbar o succino. Se explica esta inclusión, porque al brotar la resina de los troncos de coníferas de la época Terciaria, y escurrirse por la corteza en estado viscoso, aprisionó a los insectos.

Al cabo de los tiempos la resina se fosilizó y se convirtió en ámbar, y dentro quedó el insecto encerrado. Es una sustancia fosilizada aprisionando a un fósil.

Aún es más sorprendente el caso de corpulentos animales, como por ejemplo, algún rinoceronte de especie hoy extinguida, encontrado entero y bien conservado en los depósitos naturales de petróleo de Starunja, en Galitzia (Polonia).

Como ejemplo de grandes animales conservados enteros, con su carne, piel, etc., pueden citarse los cadáveres de Mammut y de rinoceronte lanudo, de los tiempos del Cuaternario, enterrados desde aquella lejana época entre los aluviones de la desembocadura de los grandes ríos siberianos en el mar Ártico. Ya a fines del siglo XVIII, el célebre viajero y naturalista alemán Peter Simon Pallas (1741-4811) dio cuenta de estos singulares hallazgos, hechos a raíz de un viaje que hizo a Siberia como miembro de la comisión encargada de estudiar en aquellas latitudes el paso de Venus por el Sol.

Cadáver de Mamut

Se cita el caso de algunas expediciones posteriores en que los perros encontraron algún mamut desenterrado por las aguas del río y se alimentaron con esta carne que databa de varios milenios. La abundancia de estos fósiles es tal, que incluso ha sido objeto de comercio el marfil de las defensas de los elefantes fósiles de Siberia.

Se explica la existencia de tales cadáveres desde tan larga fecha, porque arrastrados por los ríos en las crecidas fueron sepultados entre los aluviones, constituidos por una masa de arena. Esta fue cementada por el hielo formado a expensas del agua de infiltración, pues en la costa siberiana el terreno a cierta profundidad permanece helado perpetuamente. Los animales incluidos en la roca de arena y agua sólida, permanecieron intactos, congelados, hasta que las acciones posteriores de la intemperie destruyeron el aluvión y los cadáveres quedaron al descubierto.