Educación financiera

Todavía son muchas las personas que creen que hablar de educación financiera es involucrarse en un mundo técnico y complejo, reservado para unos cuantos.

Por el contrario, la educación financiera nos permite desarrollar habilidades útiles en el día a día:

presupuestar los gastos de la casa,
– identificar la tarjeta de crédito más barata,
– proteger nuestro patrimonio con un seguro,
– tener un fondo de ahorro para enfrentar imprevistos y
– preparar nuestro retiro, entre otras situaciones frecuentes.

Los productos y servicios financieros están cada vez más presentes en nuestra vida diaria. Los avances en la tecnología y las nuevas formas de hacer negocios hacen posible que las instituciones financieras puedan ofrecer sus productos y servicios a menores costos y en lugares remotos.

No obstante, de poco sirve tener acceso a estos servicios si se desconocen las ventajas que pueden obtenerse al usarlos.