Subordinadas adverbiales

Desempeñan funciones adverbiales, es decir, constituyen una especie de adverbio de la oración principal. Ejemplo: «Llego a la estación cuando ya había salido el tren» es lo mismo que «llego tarde a la estación».

Por su carácter adverbial pueden ejercer meras funciones de adverbios, pero también pueden modificar cualitativa o cuantitativamente el verbo. De ahí la triple subdivisión de las mismas: subordinadas adverbiales de carácter circunstancial, oraciones que expresan relaciones cuantitativas y oraciones que expresan relaciones causativas.

Adverbiales de carácter circunstancial

Indican relaciones de espacio, tiempo y lugar. Se  clasifican en:

Locativas: señalan lugar y, generalmente las precede e introduce el adverbio  donde. Ejemplo: «el pueblo de donde vino era aburridísimo» (principal: «el pueblo era aburridísimo»; subordinada: «de donde vino»). Cuando denota movimiento, donde va pareciendo a veces por las preposiciones a, de, en, por, hacia, hasta…  Ejemplo: «Desde donde estábamos se oía el griterío de la multitud»;  «De aquí a Tucumán, donde vive, tardo seis horas»

—  Temporales: la relación temporal se expresa por los adverbios subordinantes cuando, mientras, mientras que, en tanto que, tan pronto como, antes que, después que. El empleo de uno u otro de estos adverbios queda condicionado por lo que, en cuanto a tiempo, exprese la oración subordinada respecto a la principal. Ejemplo «Cuando nos recibió con alborozo»  (simultaneidad). «Después de que puso en marcha  el vehiculo, lo lamento»  (posterioridad). «Antes de que vengas todo estará a punto» (anterioridad). «Siempre que hablaba se reía de la gente»  (reiteración).

—  Modales: son las que se alcanzan por medio del adverbio como.  El antecedente de tal adverbio puede ser  algunos de los sustantivos modo, manera, arte, forma. Ejemplo: «Ignoraba la forma como había de presentarse»  (en este caso equivalente por entero a un pronombre relativo y puede tener como antecedente  un adverbio o frase adverbial). La preposición según se convierte en adverbio conjuntivo modal en frases como: «Me acosté temprano, según me aconsejo el medico.» Cuando como se une a la conjunción condicional si, la frase como si resultante expresa una circunstancia intermedia entre el modo y la condición. Son entonces oraciones modales  condicionales: «lo contaba como si lo hubiese visto».

Adverbiales copulativas

Expresan relaciones de cantidad y se dividen en:

Comparativas: son las que se hallan íntimamente ligadas a las oraciones modales. Cuando se comparan  entre si dos conceptos, simples o complejos, la comparación puede referirse a la cualidad o a la cantidad. De acuerdo con la relación en que se encuentran los conceptos parangonados, la comparación puede ser de:

a) Igualdad: (tal, tanto, cual, cuanto, tal como, tanto como): «Resulto tan estupendo como imagine»

b) Superioridad: (más que, más de): «Es mas hermosa que su hermana» (adjetivos comparativos, acompañados de la voz que): «Salio mejor de lo que esperábamos».

c) Inferioridad: (menos que, menos de): «Es el menos listo de cuantos se presentaron» (adjetivos comparativos y que o de): «Lo hizo peor que los demás»

Con frecuencia, en las oraciones comparativas de igualdad es innecesaria la expresión del antecedente: «El chico es aplicado, como suponíamos».  En las de superioridad o inferioridad es imprescindible la presencia de los adverbios más, menos o de los adjetivos comparativos. También puede usarse en estas oraciones la preposición entre: «Era el mejor entre todos sus camaradas».

Consecutivas: con ellas se expresa la consecuencia que se deduce de la intensidad con que se manifiesta una cualidad, circunstancia o acción: «Había tanta gente que no pudimos entrar.» La correlación se establece por medio de los antecedentes tanto, tan, tal, de modo, de manera, así, de forma, a los que sigue el relativo neutro que. A veces se omite el antecedente: «Huele (tan bien) que alimenta».

Adverbiales de causa

Expresan relaciones causativas y se dividen en:

Condicionales: son las que manifiestan una condición de cuyo cumplimiento depende lo que se dice en la oración principal. La oración subordinada se llama condicional, antecedente o hipótesis, y la principal, condicionada, consiguiente o apódosis. La única conjunción condicional es si («si amanece soleado, iremos al campo»), pero también pueden emplearse como condiciones algunas conjunciones de otro origen y numerosas frases conjuntivas, como, cuando, siempre que, ya que, con tal que, etc. («Como me inviten, me quedo», «con tal que finjas un poco, te saldrás con la tuya»).

Concesivas: son las que expresan una objeción o dificultad para el cumplimiento de lo que se dice en la oración principal, si bien este obstáculo no impide su realización. La conjunción más utilizada es aunque: «Iremos al teatro, aunque llueva».  Con así, mal que, si bien, siquiera, etc.: «A pesar del pinchazo, llegamos a tiempo»; « mal que bien, lo conseguimos»; «Hazme este favor, siquiera sea el último».  A veces  se emplea un adjetivo o adverbio procedido por y seguido de que: «Por mucho que insistas, no lograras nada».  El adverbio aun, seguido de gerundio, equivale a una subordinada concesiva: «Aun callado, era elocuente».