La irregularidad verbal

Los verbos irregulares son los que alteran su radical o desinencia en forma distinta a la conjugación regular correspondiente, pero no se consideran irregulares los que cambian alguna letra por cuestión ortográfica para conservar el sonido: tocar, toqué; vencer, venza; delinquir, delinca. Tampoco es irregular cambiar la i por la y al encontrarse esta letra entre vocales (creyó, en vez de «creió»).

Y existe, así mismo, el caso especial de diptongación que representa el verbo errar: al diptongar en ie queda la i en posición inicial, por lo que se escribe y: yerro, yerres.

Las irregularidades de los verbos no se dan obligatoriamente en todas las formas. Las que aparecen en los tiempos fundamentales (indicativo presente, pretérito indefinido y futuro imperfecto) pasan a sus respectivos tiempos derivados. O sea, que las del presente de indicativa se encontrarán también en el presente de subjuntivo;  las del futuro imperfecto de indicativo en el potencial simple, etcétera.

Las irregularidades que se dan con más frecuencia son:

1) Diptongación. Conversión de la e y la o de la radical, cuando sobre ellas recae el acento, en los diptongos ie, ue, respectivamente.

2) Debilitación vocálica. Conversión de la e y la o de la radical en i, u, respectivamente. Se da cuando sobre las primeras recae el acento o la desinencia empieza por a, o tienen diptongo.

3) Aumento de consonantes. En este caso añaden z los verbos terminados en –acer (menos hacer y sus compuestos), –ecer, -ocer y -uncir. Otros añaden g ante las vocales o, a de las desinencias de los verbos asir, poner, salir, valer, venir, tener. Los verbos caer, oír y traer admiten i antes de la g añadida. Y otros añaden y después de la u radical y antes de a, e, o de las desinencias de los verbos terminados en uir.

4) Cambio de consonantes. Conversión de c en g. Sustituyen b por p.

5) Pretérito fuerte. Los acabados en –ucir y otros verbos como caber, haber, poder, querer, saber, etc., tienen acentuación llana en la primera persona en singular del indefinido (cupe, hube, pude, quise, supe) y de esta forma derivan las restantes de los demás tiempos del grupo del indefinido.

6) Futuro sincopado. Pierden la e del inifinitivo radical (caber, cabré; haber, habré), la sílaba ce (hacer, haré) y las letras ec (decir, diré). Sustituyen la e o la i del infinitivo radical por una d en los tiempos del grupo de futuro: poner, pondré; venir, vendré; salir, saldré.

7) Participios irregulares. En vez de en –ado o ido, terminan en –cho (hecho), -to (muerto), -so (impreso).

Hay verbos, incluso, que poseen dos principios, el regular y el irregular: freír, freído y frito.