Patologías del sistema urinario

Las afecciones renales de mayor interés son las glomerulonefritis y la glomerulonefrosis, así como también la tuberculosis renal y el riñón poliquístico.

Glomerulonefritis

Es un proceso inflamatorio proliferativo agudo en el que no ha sido posible demostrar la presencia de bacterias. La etiología de esta enfermedad se ha considerado como un fenómeno alérgico con una reacción antígeno-anticuerpo a nivel de glomérulo, que representa la parte más vulnerable del sistema vascular.

La glomerulonefritis se puede clasificar en 3 estadios: agudo, subagudo y crónico.

En la glomeruloriefritís aguda, la cápsula y la superficie del órgano aparecen lisas, de color gris y con pequeñas manchas rosadas o grises diseminadas. En sección la superficie presenta un aspecto húmedo, y en casos muy agudos puede aparecer sangre.

En la glomerulonefritis subuaguda, los fenómenos degenerativos, que afectan al parénquima y al epitelio tubular, junto con las alteraciones prolíferas, confieren al órgano las características de un gran riñón blanco.

La cápsula renal se desarrolla con facilidad y presenta una superficie lisa y pálida; también aparece lisa la superficie de sección, la cual muestra además un espesamiento notable de la corteza, que puede tener estriaciones de color gris correspondientes a acumulaciones de lípidos.

La glomerulonefritis crónica se caracteriza por la esclerosis; su cuadro clásico es el de un riñón arrugado. En el examen de la superficie de la sección, la corteza se presenta muy estrecha y fina, midiendo en algunos puntos 1-2 mm de espesor, y el dibujo normal de la corteza y el trazado regular de los vasos recta que van de la base de las pirámides a la corteza han desaparecido.

glomerulonefritis crónica

Glomerulonefrosis

Las lesiones precoces de la glomerulonefrosis no pueden ser apreciadas con el microscopio óptico, pero sí de un modo muy claro con el electrónico. Es preciso reconocer una glomerulonefrosis mediante la biopsia, sobre todo en los niños, puesto que el tratamiento iniciado precozmente puede dar óptimos resultados. En los adultos las lesiones aparecen en seguida como en un caso agudo; en ellos el síndrome nefrótico es sólo un estadio del inexorable curso progresivo de la glomerulonefritis crónica.

Desde el punto de vista histológico, la lesión fundamental causa del desorden funcional se debe a la permeabilidad excesiva de los capilares glomerulares para las proteínas que pasan del plasma a la orina.

Esto conduce al espesamiento de la membrana basal del glomérulo, similar a la observada en la glomeru-lonefritis. Se produce acumulación de lípidos y de bases neutras en las células del epitelio tubular, por lo que el hígado se muestra hinchado y dilatado.

Tuberculosis renal

Comúnmente la tuberculosis renal es secundaria a un foco existente en otro lugar del organismo, y los bacilos son transportados por vía hemática hasta el riñón. El foco inicial puede ser el ápice de una papila o la base de una pirámide; después, gradualmente, la caseosis y la excavación destruyen primero la capa medular y a continuación la corteza, hasta que el riñón se transforma en un saco multilobular lleno de pus tuberculoso.

Tuberculosis renal

La única posibilidad de curación es parcial y se logra al aislar el foco tuberculoso mediante un anillo de tejido fibroso.

Riñón poliquístico

Desde el punto de vista macroscópico, el riñón adquiere un tamaño 3-4 veces superior al normal y se encuentra recubierto de quistes con paredes tan sutiles que permiten reconocer el color amarillento o rojo del contenido. Al realizar un corte en sección, se aprecia como los quistes, de aspecto muy variable, se hallan esparcidos en todo el riñón.

El contenido varía: puede ser líquido o espeso; amarillo, ambarino o castaño oscuro seguido de hemorragia. Por efecto de una hemorragia un quiste puede romperse en la pelvis renal y aparece sangre en la orina. El tejido renal interpuesto presenta comúnmente un estado de fibrosis que ocasiona una destrucción importante de la red vascular y. como consecuencia, hipertensión.

Papiloma

Se puede hablar de papilomatosis de las vías urinarias cuando el proceso afecta simultáneamente a las pelvis renales, los uréteres, la vejiga y la uretra, y de papilomatosis aislada si daña un solo órgano, por lo general la vejiga.

En cualquier caso el papiloma se manifiesta con las cualidades macroscópicas propias de estos tumores; se trata de formaciones vellosas pedunculadas y constituidas por delicadas papilas esponjosas y fluctuantes en la luz, y que presentan características histológicas benignas.

Así mismo, puede presentarse en forma de excrecencias sésiles, con base de implantación grande, de color rojo y aspecto carnoso, que ya en los exámenes histológicos manifiestan cierta tendencia evolutiva en sentido maligno.

Dada la frecuencia delas recidivas y de la evolución perniciosa, los urólogos se inclinan a considerar el papiloma como una forma maligna o por lo menos potencialmente maligna.

Epitelioma

Desde el punto de vista macroscópico, denominado también papiloma de IV grado, puede conservar el aspecto vegetante o papilar, o asumir el tipo ulcerado e infiltrante, por destrucción necrótica de las vegetaciones superficiales y por la infiltración gradual de la pared. En la vejiga, el epitelioma invade poco a poco las paredes anterior y posterior del órgano y más tarde las laterales.