Riñones

Los riñones tienen forma de alubia, pesan 120-130 g, son de color rojizo marrón y se encuentran situados a ambos lados de la columna vertebral, en el espacio entre la duodécima vértebra dorsal y la segunda lumbar. Detrás del peritoneo, están cubiertos por la fascia renal, y entre ésta y el propio órgano hay un tejido graso (cápsula adiposa), mientras que el borde interno del riñón presenta una fisura o depresión, llamada hilio, por donde penetran los vasos y los nervios.

Sobre el polo superior del riñón descansa la glándula suprarrenal correspondiente.

Se distinguen en el riñón una sustancia central medular y una periférica o cortical. La primera presenta una serie de pirámides renales, y la segunda unos tabiques o radios que se introducen entre las pirámides: son las llamadas columnas de Bertin. Un lóbulo renal está formado por la porción de sustancia cortical que rodea a una pirámide, cuyo vértice o papila desemboca en un cáliz renal.

El elemento fundamental del riñón es el tubo urinífero, que, junto con los corpúsculos renales, forma el nefrón. Dicho conducto se origina en una especie de saco llamado cápsula glomerular, donde los capilares filtran la orina de la sangre. Los tubos colectores recogen la orina de varios tubos contorneados distales y la conducen a las papilas renales.

Estructura del riñón

Cálices y pelvis renales

Representan la primera parte del aparato excretor del riñón. Los cálices renales, divididos en cálices menores y mayores (10 cálices menores convergen en 3-4 mayores) son tubulosos y se encuentran en la cavidad renal.

La pelvis renal, que se origina en la convergencia de los cálices mayores, asoma un tanto fuera del riñón y. queda envuelta en parte por la grasa renal; es de forma troncocónica y se prolonga con el uréter.