Sistema tegumentario

La piel es la capa membranosa que recubre todo el cuerpo en conexión con las mucosas que revisten las cavidades internas. Su extensión aproximada es de 1,5 m2 y presenta una coloración diversa.

En su superficie más externa, que presenta irregularidades a causa de la presencia de diminutos relieves (crestas cutáneas), visibles en las palmas de las manos y en las plantas de los pies, se abren dos orificios de los folículos pilosos, de las glándulas sudoríparas y de las glándulas sebáceas.

La piel posee receptores para la sensibilidad táctil, térmica y del dolor, y está formada por una capa superficial o epidermis, con epitelio pavimentoso de células con melanina, y una capa profunda llamada dermis o corion, de naturaleza conectiva, con abundantes prominencias o crestas dérmicas. La zona superficial de la epidermis, o capa córnea, contiene una sustancia dura: la queratina.

Anexos cutáneos

Elementos derivados de la zona cutánea son los pelos y las uñas, anexos a la piel; y también las glándulas sudoríparas, las sebáceas y las mamarias.

Componentes del sistema tegumentario

Pelos

Son formaciones córneas que se extienden por todo el cuerpo, excepto en las palmas de las manos, las plantas de los pies y el prepucio. Constan de una zona libre, que sobresale en la superficie de la piel y de una raíz inserta en el folículo piloso. Junto a los pelos pueden observarse las formaciones de las glándulas sebáceas y los músculos erectores u horripiladores de los pelos (causa de su erección en determinadas circunstancias).

Uñas

Son formaciones córneas que se originan en las terceras falanges de los dedos de las manos y de los pies, y que constan de un lecho ungueal, o uña propiamente dicha, recubierta de una lámina a la vez dérmica y epidérmica, y de una raíz de la uña, de coloración blanquecina. La lámina ungueal está integrada por células córneas, y el lecho ungueal posee una capa celular que promueve el crecimiento de la uña.

Glándulas sudoríparas y sebáceas

Destinadas a expulsar el sudor, estas glándulas están distribuidas por casi todo el cuerpo, excepto en los labios, el prepucio, la glande y la vulva. Son glándulas simples o ramificadas, con una estructura similar a la de las glándulas ciliares de los párpados y a la de las productoras de cera del conducto auditivo externo.

Las glándulas sebáceas, simples o ramificadas, producen el sebo cutáneo por todo el cuerpo, con excepción de la palma de la mano y la planta del pie.

Glándulas mamarias

Están situadas sobre el músculo pectoral, entre la tercera y la sexta o séptima costillas, y en la mujer inician su desarrollo en la pubertad, aumentando de dimensiones durante el embarazo, y aun más en el periodo de lactancia; con la edad crítica se reducen paulatinamente, hasta atrofiarse en la senectud.

Estructura del tejido mamario

Se trata de glándulas sudoríparas muy diferenciadas, dotadas de unos conductos de salida que desembocan en un vértice pigmentado: el pezón. Durante la lactancia, las glándulas mamarias producen una sustancia proteica y grasa que constituye la secreción láctea o leche.

En el varón, las mamas están atrofiadas y limitadas al pezón y a la aréola (piel pigmentada que rodea el pezón en unos 2-4 centímetros), y aparecen situadas en el cuarto espacio intercostal.

Tejido subcutáneo

El tejido subcutáneo es de tipo conectivo laxo. El espesor de este tejido puede variar según las zonas donde esté ubicado. Se localiza por debajo de la dermis o corión (capa profunda del sistema tegumentario), y tiene como función la envoltura protectora de la musculatura.