Gimnospermas

Las gimnospermas (de gymnos, desnudo, y sperma, semilla) se caracterizan por sus hojas carpelares abiertas, de manera que el rudimento seminal y, después de fecundado éste, la semilla, no están protegidos por ninguna cubierta de origen carpelar. En una palabra, falta el fruto por decirlo de alguna manera. Son todas las gimnospermas plantas leñosas, arbustos o árboles, a veces de talla gigantesca, y casi siempre de hojas persistentes, que se mantienen verdes durante todo el año.

La madera de estas plantas se observan en ella que los elementos conductores son de forma ahusada, o aguzados en ambos extremos y cerrados con las paredes perforadas, tanto las de sus extremos como las laterales; estas células, denominadas traqueidas para distinguirlas de los verdaderos vasos de las angiospermas.

Existen también en los helechos, y dentro de los antófitos caracterizan a las gimnospermas. Suelen poseer, además canales productores de una sustancia densa: la resina.