Vauqueridas

Dotadas de xantofila, que les dan un color amarillo verdoso. Botrydium argillaceum se encuentra en las charcas medio desecadas, formando vejiguitas en forma de peras, y con rizoides ramificados y extendidos, reunidas en grandes grupos. El género Vaucheria es bastante común en las aguas dulces, fuentes, acequias, etc. en las tierras húmedas o en aguas estancadas.

Sus especies forman filamentos ramificados, que nunca tienen tabiques, y que constituyen una sola célula con muchos núcleos; si alguna vez se observan vestigios de tabiques, son procesos de cicatrización de alguna herida o rotura del filamento.

Los verdaderos tabiques sólo se hacen para separar los órganos de reproducción de la parte vegetativa del talo. Los tubos o filamentos poseen una envuelta celulósica, la parte central está llena de líquidos, y entre ambos se ve el protoplasma conteniendo numerosos núcleos y gránulos de clorofila. Los tubos se fijan en su base o lateralmente por medio de cortas raicillas ramificadas.

Habitualmente la extremidad de uno de ellos se infla en forma de maza, en que se acumulan protoplasma y núcleos, los cuales se separan del resto por un tabique. Contiene en el centro un gran vacúolo, y en su contorno se encuentra el protoplasma con sus núcleos.

La reproducción sexual es heterogámica, y para ello una rama corta del talo o tubo se aísla de él por un tabique, mientras que en el extremo libre, que se adelgaza, se forma mucilago (sustancia laxante); al fin se rompe por la punta y deja accesible el contenido. Este es el órgano femenino, y el protoplasma dicho, que queda en el fondo de él, es la oosfera.

Vaucheria caespitosa

El órgano masculino se forma en una rama algo más delgada, que se incurva un poco en espiral y se divide hacia su parte media por un tabique transversal: es el anteridio, en cuyo interior se forman tantos anteridio, en cuyo interior se forman tantos anterozoides como núcleos contiene el protoplasma.

Los anterozoides, o gametos masculinos de las plantas, tienen forma algo arriñonada, con envuelta albuminoidea, y dos flagelos divergentes, en su parte cóncava, cerca de la extremidad más aguda. Nadan libremente hasta encontrar el oogonio, al que se adhieren por el mucilago, se convierte en huevo.

Antes de salir del oogonio, éste se envuelve en una membrana celulósica y después queda en vida latente. En condiciones favorables puede dar origen de modo directo a un nuevo individuo. De este género es muy común en las fuentes Vaucheria caespitosa, que forma en ellas céspedes de filamentos muy finos, capilares y ramosos, con las ramillas terminales horizontales, en las que se ven los oogonios por partes, con un anteridio intermedio.

En Vaucheria terrestres, que como su nombre indica, se encuentra en tierra, si ésta se halla lo bastante húmeda, las ramillas terminales llevan el anteridio en su extremo, y cerca de él su oogonio correspondiente.