Cianofitos

Los cianófitos o algas azules son muy numerosos y abundantes, se caracterizan por su color más o menos azulado, así como por la presencia de clorofila, que no forma coroplastos o gránulos como en los vegetales más superiores. La acción de la ficocianina, dificultando el paso de la luz, impide o retarda la función clorofílica, por lo que las algas de este orden viven siempre en la superficie de las aguas o en sitios muy húmedos, pero donde les llegue la luz con facilidad.

Las células de los cianófitos carecen de verdadero núcleo, que es reemplazado por un cuerpo central, constituido por una red cromática, pero desprovisto de membrana. Para dividirse la célula, el cuerpo central se estrangula y la red cromática se divide en dos partes, cada una de las cuales arrastra una parte del protoplasma.

Los cianófitos pueden ser organismos unicelulares, pero, por lo general, la superposición de células origina filamentos más o menos largos, a veces ramificados con falsas ramas, los cuales, sin embargo, jamás constituyen verdaderos talos, planos y anchos. Con frecuencia, los filamentos segregan una mucosidad que los envuelve como una vaina, y no son raros los casos en que las células, disgregadas y sumergidas en aquélla, forman como una colonia.

Viven en aguas dulces y saladas en sitios húmedos, pero también en el interior de otras plantas, en simbiosis, con hepáticos o unidas a hongos, constituyendo los líquenes. Hay algunas que son parásitos de raíces de fanerógamas y aun de las hojas de éstas.

Scytonema gracillimun, común en los terrenos  pantanosos, forma membranas delgadas, de aspecto algodonosa, más o menos amarillentas, como los filamentos. Son interesantes también Scytonema panici de Brasil, Scytonema coactile, del mar de las Antillas, y Scytonema leprienrii, de Guayana. Las especies de este género forman simbiosis con hongos (líquenes).

Las especies del género Lyngbia, fáciles de encontrar en las marismas y aguas marinas encharcadas, carecen de movimientos oscilatorios, y sus filamentos están formados por células discoidales, de mucho más diámetro que altura. Lyngbia aestuarii es común en las marismas, en las que forman capas de coloración ocre.

Existen también especies exóticas, como Lyngbia guianensis, de Guayana, Lyngbia erosa, de México, y Lyngbia arachnoidea, de las aguas estancadas de las Antillas.