Distribución geográfica de los hongos

La distribución geográfica de los hongos parásitos está subordinada a la distribución de determinadas plantas superiores y animales. Sin embargo, no por ello deja de notarse la influencia del clima y de la altitud en la presencia o ausencia en cada flora de ciertas especies y géneros. Además, las condiciones ecológicas ejercen marcada influencia en los organismos de los hongos y determinan cambios en ellos.

Un caso curioso es el de Puccinia graminis, o roya negra del trigo, pues este cereal, cultivado en casi todo el planeta, aparece en regiones donde son desconocidos Berberis y Mahonia, en los que se dan sus facies inferiores, es decir que esta circunstancia ha obligado a dicha roya a reducir su ciclo vital.

Ciertas especies deben la extensión de su área ya al transporte de las plantas que las sustentan, hecho por el hombre, al de sus gérmenes o esporas, por este u otros medios. Eso ocurre con muchas enfermedades que han sido exportadas de América o Europa.

En general, puede decirse que las regiones botánicas tienen siempre su flora característica de hongos y que éstos, según el clima y otros factores, tienen un aspecto y organización en relación con ellas, al modo de los demás seres animales y vegetales. Aun aquellos hongos que, viviendo sólo de detritos orgánicos, parece que deberían ser cosmopolitas, no lo son.

Región botánica de los hongos

En los parásitos, que deberían estar subordinados en su distribución a la de las plantas por ellos atacados, su desenvolvimiento experimenta, asimismo, la influencia de los factores ecológicos, no sólo por ser ellos sensibles a dicha acción, sino también porque la receptividad de las plantas varía según cambian las condiciones del suelo, humedad, sequedad, altura, etcétera.

Es más, la relación entre el número de géneros y especies de una región a otra es tanto menor en tanto que las condiciones ecológicas son más variadas.