Examen microscópico bacteriológico

El examen de las bacterias al microscopio puede hacerse ya tomándolas de los cultivos, ya del medio en que pululan. Para que resulte claro, no basta usar grandes aumentos, que deben fluctuar entre 800 y 1200 diámetros sino que hay necesidad de fijarlas y de colorearlas.  El espécimen bacteriano se coloca en un portaobjetos de cristal, la preparación se seca suavemente, y se tiñe para facilitar la observación de los microorganismos.

La fijación

La fijación puede realizarse por medios químicos; pero lo más cómodo es por el calor, ya de una lámpara de Bunsen, ya de una simple lámpara de alcohol. Supóngase, por ejemplo, que se desea saber si existen bacilos de la tuberculosis en los esputos de un enfermo. Para ello, con el hilo de platino o una aguja, previamente esterilizados, se toma una cantidad y se extiende por la superficie central de una de las caras de un porta-objetos, lámina de vidrio usada en los estudios microscópicos.

Pasando la lámina por la llama, con la cara contaminada al aire libre, durante unos 2-3 minutos, la capa de esputo extendida se coagula y las bacterias se fijan.