Guerra Fría

Entre 194-5 y 1989 se desarrolló una tenaz rivalidad económica, política e ideológica entre los dos grandes sistemas de formación estatal: el capitalismo, encabezado por Estados Unidos, y el socialismo, representado por la URSS. El mundo bipolar quedó dividido por la hegemonía estadounidense frente al poderío soviético.

Estados Unidos mantuvo su esfera de influencia en países de Europa Occidental como Inglaterra, Francia, Bélgica, Holanda, Austria, Alemania Federal, Finlandia, Islandia, Noruega, Grecia, España, Italia, así como en países asiáticos: Japón, Corea del Sur, Filipinas, y algunos países africanos y americanos.

La Unión Soviética también extendió su influencia comunista sobre Polonia, Rumania, Checoslovaquia, Albania, Alemania del Este, Yugoslavia y Hungría. Algunos países de África y Asia, como Angola y Afganistán, también quedaron bajo la hegemonía de la URSS.

El uso de la amenaza nuclear y del despliegue de ejércitos espectacularmente armados por parte de Estados Unidos y la Unión Soviética fue el elemento fundamental de la Guerra Fría. La intervención prepotente de unos y otros líderes en los distintos escenarios internacionales donde se suscitaban conflictos locales fue la estrategia que Estados Unidos y la URSS aplicaron para extender su influencia.

Estados Unidos se autoproclamó como árbitro mundial, promotor de la libertad y de la justicia, y se atribuyó la tarea de detener al comunismo, una actitud a la que se conoce como política de contención.

Punto de Control Charlie, símbolo infame de la Guerra Fría

Con ese fin adoptó la Doctrina Truman (1947), que buscaba evitar la expansión de comunismo en Europa Occidental; y el Plan Marshall, una estrategia financiera con la que se buscaba la recuperación económica de países como Alemania, Francia e Inglaterra.

Pero en Corea y Vietnam Estados Unidos pretendió imponerse mediante la intervención armada, a lo cual esos países se resistieron desatando un conflicto armado que duraría muchos años.

La Unión Soviética consolidó su desarrollo industrial, así como sus avances científicos y tecnológicos para demostrar su capacidad frente al bloque capitalista. La muerte de Stalin (1953) contribuyó una leve mejoría de las relaciones internacionales, lo que permitió ciertos acercamientos, conocidos como “deshielos” entre las dos potencias. A esta etapa se le conoció como coexistencia pacífica.

Presidente Ford y el secretario general soviético Leonid I. Brezhnev, firman un comunicado conjunto las negociaciones siguientes sobre la limitación de los armamentos ofensivos estratégicos

Sin embargo, la tirantez provocada por la Guerra Fría dio lugar al surgimiento de algunos conflictos internacionales, como los que se listan a continuación:

  • La Revolución comunista en China, encabezada por Mao Tse-Tung en 1948.
  • La Guerra de Corea, de 1950 a 1953.
  • Los movimientos anticoloniales en África, de 1957 a 1963.
  • La Revolución Cubana, que se desató en 1959, encabezada por Fidel Castro y Ernesto “Che» Guevara.