Objeto de estudio de la historia

El objeto de estudio de la historia son las sociedades y sus transformaciones en el tiempo. La finalidad de la historia es la interpretación de la totalidad de los hechos sucedidos en el pasado de la humanidad. El historiador realiza la interpretación ubicando los sucesos, procesos y cambios históricos en el tiempo y el espacio, así como analizando sus causas y consecuencias para encontrar la relación del pasado con el presente con el fin de poder hacer una posible proyección futura.

En la actualidad, la importancia de la historia no radica únicamente en los acontecimientos mismos, sino en su explicación y los cambios que se dan en y por ellos. La narración de los hechos, las relaciones con su ambiente, así como su comprensión e interpretación forman parte de cualquier estudio histórico integral.

En este sentido, la historia es un conjunto de sucesos ya verificados para explicar el presente, descubrir sucesos nuevos y participar en lo que ocurrirá en el futuro. Es decir, se puede afirmar que la historia es una ciencia dinámica, ya que no está limitada por el tiempo.

La historia es una ciencia que deriva de un conjunto de sucesos verídicos.

Al reflexionar respecto a la importancia de la historia se debe recordar que el estudio histórico sirve, ante todo, para saber de dónde se proviene, cómo se llegó a ser de dicha forma y, en consecuencia, hacia dónde habría que dirigirse.