Formación cívica y ética en el desarrollo social y personal

Debido a que los humanos no podemos permanecer aislados porque somos seres sociales por naturaleza, para enfrentar las desventajas que el aislamiento representa nos agrupamos y hacemos frente a los retos de la convivencia cotidiana. Aprender a ser se refiere a reconocerse y conocerse a uno mismo, así como comprender su entorno y a las personas que nos rodean.

Aprender a convivir significa vivir en armonía con los demás, saber trabajar en equipo, aceptar y respetar las diferencias.

Aprender a conocer implica reconocer y desarrollar nuevas habilidades.

Lo formación cívica y ética es una útil herramienta para aprender a ser a vivir y convivir para afrontar dichos retos. Por tanto, la formación cívica y ética.

– Aprender a conocerte, en todos los sentidos; por ejemplo, tus ideas, creencias, límites y valores.
– Desarrollar uno autoestima sana y equilibrada.
– Ejercer la libertad personal de forma responsable.
– Respetar y valorar la diversidad.
– Abordar y resolver conflictos creativa y pacíficamente.
– Valorar y fomentar la legalidad y la justicia.
– Influir en el compromiso con la comunidad, el país y el mundo en el que vivimos.

La formación cívica y ética es útil en la capacidad para actuar libre y responsablemente

La intención de la formación cívica y ética no consiste en proporcionar una única manera de ser, pensar, sentir, vivir, sino en reflexionar y analizar situaciones de vida cotidiana que pueden auxiliar en la formación de un sentido crítico de la realidad. Eso te será de utilidad para desarrollar un pensamiento autónomo y fortalecer tu propia escala de valores sin perjudicar a los demás.