La supervivencia

Polimorfismo equilibrado

Se da cuando una especie desarrolla supergenes alternativos. Cuando una población contiene un cierto número de éstos, puede darse el caso de que el individuo que posee dos de ellos, uno de los cuales resulta necesariamente dominante respecto al otro, sea más viable que el que posea por duplicado uno solo de los mismos.

Por ejemplo; el caracol Cepaea nemorales  está adaptado a vivir en medios ambientes variados, bosques de hayas, robles, distintos tipos de árboles de hoja caduca, setos y hierbas altas o bajas, en los que son muy buscados por pájaros como los tordos.

Cuando mejor se oculta o se camufla el caracol, más probabilidades tiene de escapar a sus predadores. Pero los diferentes hábitats requieren un camuflaje diferente y el caracol ha desarrollado una amplia variedad de colores que van desde el blanco casi total hasta los grises, negro o el rojo.

Cuanto mas oscuro es el bosque y más uniforme la vegetación subyacente, como sucede en los bosques de hayas, más oscuros son los caparazones y tienen menos bandas. En el bosque de hierba y setos, un hábitat más luminoso es mayor el número de bandas.

Cepaea nemorales

El polimorfismo equilibrado es mucho más frecuente entre los animales y plantas, muchas especies de insectos, poseen grupos de genes que les hacen imitar otros distintos que no tienen predadores por ser venenosos o de sabor desagradable. Naturalmente si las especies sin protección se hacen demasiado abundantes, sus predadores llegan a la conclusión de que muchos insectos que tienen el color y el comportamiento característico de los no comestibles no constituyen un mal bocado.

Por esta razón, algunas especies de insectos tienen un cierto número de formas diferentes, para poder imitar a distintas especies de insectos no comestibles. Cada una de estas formas depende de un grupo de genes distintos.

La coloración protectora

Muchos predadores se mezclan con los colores del terreno, de manera que pueden acechar a su presa sin ser vistos. El camuflaje de todos ellos les ayuda a cazar las piezas que les sirven de alimento, también los animales pequeños, especialmente los invertebrados incluidos los insectos, que son acosados por otros mayores, necesitan su coloración para evitar ser capturados.

La mayoría de los insectos que se protegen confundiéndose con los colores del terreno tienen que vivir en ambientes naturales muy concretos.

El camuflaje es un medio de protección para escapar de los depredadores

Entre este tipo de animales se encuentra el camaleón, que goza de una movilidad mucho mayor, pues tienen la facultad de cambiar de color rápidamente, adoptando el del medio ambiente en que se hallen: pueden ser verdes, amarillos o de color crema o marrón oscuro, para confundirse con los distintos terrenos lo que les ayuda a escapar a la avidez de sus enemigos: serpientes y aves.

Extraños “ojos”

Los predadores en potencia se atemorizan por algún comportamiento especial, combinado con la coloración del animal que intentaba atacar. Algunas mariposas y otros insectos tienen unas marcas en las alas que se parecen a los ojos de un animal mucho más grande.

Por lo general, tales “ojos” están ocultos mientras el animal está en situación de reposo, pero se manifiestan en todo su esplendor si se siente hostigado. A veces, este ojo proporciona otro tipo de protección.

Eumenis semele

Cuando una mariposa como la Eumenis semele está descansando, los predadores tenderán a atacar el “ojo” porque, generalmente, se halla en la cabeza, la parte más vulnerable del cuerpo; sin embargo, si tal mariposa es víctima de este ataque, no perderá la cabeza, sino solo una parte del ala, sobreviviendo al poder volar aunque le falte una gran porción de la misma.