Aportaciones de Lamarck

Las observaciones teóricas de Lamarck respecto a la evolución, conocidas a principios del siglo XIX con el nombre de transformacionismo o transmutación, precedieron a sus extensos trabajos de investigación sobre los invertebrados.

Como otros naturalistas, entre los que se contaban Georges Cuvier y Geoffroy Saint-Hilaire, Lamarck defendía el punto de vista según el cual, en la naturaleza, los animales estaban organizados con arreglo a una scala naturae (escala natural), sin solución de continuidad.

Según Lamarck, una vez que la naturaleza creaba la vida, las subsiguientes formas de vida eran el resultado de la acción del tiempo y el medio ambiente sobre la organización de los seres orgánicos. A partir de las formas de vida más sencillas, surgirían de forma natural otras más complejas.

Lamarck expuso estas ideas por primera vez en su principal obra teórica, Filosofía zoológica, (1809), aunque continuaría elaborándolas a lo largo de toda su carrera. Incluyó la versión final de esta hipótesis en su trabajo en varios volúmenes sobre los invertebrados.

En él, Lamarck explica que su marche de la nature (escala natural) está gobernada por tres leyes biológicas:

  1. La influencia del medio ambiente sobre el desarrollo de los órganos,
  2. El cambio en la estructura corporal basado en el uso o la falta de uso de distintas partes del cuerpo,
  3. La herencia de los caracteres adquiridos.