Acción torrencial

Un torrente se origina por las aguas caídas sobre el suelo, una vez que han corrido en finos filetillos, tienden a reunirse para formar corrientes.

La acción de las aguas, favorecida por los materiales que lleva en suspensión y arrastre, se deja sentir, de dos maneras:

Lima, al transportar la corriente los materiales en línea recta y aguas abajo.

Barrena, al girar el mismo en el sentido expresado.

Mediante esta doble acción, el cauce se encaja y puede tomar la forma de U o de una V, que es más o menos aguda en relación con la dureza de la roca y la pendiente del canal. Puede formarse una grieta de gran estrechez y enorme profundidad.

Este tipo de acciones torrenciales existe en los Andes, y en general en todos los macizos montañosos; uno de los más importantes se forma en el Gran Cañón del Colorado, en EE UU.