Núcleo atómico

Familias radiactivas

Un átomo radiactivo, al emitir una partícula   pierde 4 unidades de masa y   unidades de carga eléctrica. Si el átomo emite una partícula B, su masa no cambia y pierde    unidad de carga o, adquiere unidad de carga positiva. Las radiaciones  poseen energía, pero no se dan en ellas transformaciones de masa.

Clasificación de las sustancias radiactivas

  1. Familia del uranio. Elemento de número atómico 92 y masa atómica 238, ;
  2. Familia del torio. Elemento de número atómico 90 y masa atómica 232, ;
  3. Familia del actinio. Elemento de número atómico 89 y masa atómica 227 .

Un elemento se transforma en el que le sigue en la misma familia por emisión de una partícula  o por emisión de una partícula  B, por lo tanto cuando un átomo emite una partícula  se convierte en otro átomo distinto  al que le corresponde en el sistema periódico, una casilla retrasada en dos lugares, respecto al átomo primitivo. En cambio, si el átomo emite una partícula  B avanza un lugar, una casilla, en el sistema periódico.

Ejemplo:

Un átomo de radio que tiene de número atómico 88 y una masa atómica 226, al emitir una partícula , quedará con una masa , y un número atómico de ; por ello, el  se convierte en otro elemento, el radón, de número atómico 86 y masa atómica 222, .

Mediante la emisión de otra partícula , el radón se convierte en polonio, de número atómico  y de peso atómico . Y así sucesivamente hasta llegar al plomo, de número atómico 82 y peso atómico 206,   que es una sustancia no radiactiva.

Desintegración radiactiva

La desintegración radiactiva es cuando el núcleo atómico se transforma en su composición, convirtiéndose en un núcleo diferente.

El periodo de semidesintegración es el tiempo que ha de transcurrir para que un cierto número de sus átomos disminuya por la desintegración radiactiva hasta convertirse en la mitad.

Los isotopos cuyo periodo de semidesintegración es pequeño del orden de segundos, días e incluso meses son generalmente de naturaleza artificial, ya que una vez formados desaparecen con mucha rapidez, siendo por tanto los isótopos radiactivos que más abundan son aquellos que poseen un periodo mayor.

Por ejemplo:

, cuyo periodo de semidesintegración es aproximadamente de 4 500 millones de años.

El número de desintegraciones producidas y la cantidad de radiaciones emitida, depende  del periodo de semidesintegración del isótopo de que se trate y de la masa de la muestra.

La actividad es la magnitud definida para cada muestra de cualquier sustancia radiactiva.

Para medir la actividad de una muestra se utiliza una unidad llamada curio, cuyo valor es de 37 000 millones de desintegraciones por segundo. Actualmente se utiliza también el becquerelio, equivalente a una desintegración por segundo.